domingo, 18 de julio de 2010

Sin duda alguna los malos, los antagonistas, son las verdaderas estrellas de las películas de Walt Disney. El protagonista de los films siempre era más o menos igual: Un personaje bonachón, sin padre o madre (o ambos), con ganas de hacer el bien y que siempre se enamoraba de la chica (o el chico) que pudiera causarle más problemas. Pero el antagonista, el villano, el rival, el malo malote, siempre era distinto. Cuando éramos niños los temíamos, les teníamos miedo y pensábamos que no podía existir persona igual en el mundo. Realmente, en las películas de Disney, la verdadera atracción eran los villanos.

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